Aunque parezca un poco extraño y difícil de creer, antes de los asistentes virtuales como Siri y Alexa existió un programa conversacional del siglo XX, que tenía la capacidad de dar respuestas iguales a las de los humanos.
ELIZA fue un ‘chatbot’ creado en 1966 por el profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Joseph Weizenbaum. Esta inteligencia fue uno de los primeros programas capaz de mantener una conversación con un usuario humano.
Basado en el método de psicoterapia del psicólogo Carl Rogers, el informático creó una tecnología que fuese capaz de responder de manera atenta y empática cualquier tipo de cuestionamiento.
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De acuerdo con la BBC, para lograr fluidez en la conversación, el ingeniero programó a Eliza para que fuese capaz de distinguir palabras clave que le permitieran arrojar contestaciones relacionadas con la temática referida.
Por ejemplo, si el usuario le escribía “Me siento frustrada”, ELIZA podría responder:”¿Por qué te sientes de esa manera?”, un sistema igual o similar al actual ChatGPT.
Esto también era posible, debido a su almacenamiento de frases prestablecidas acerca de distintos que le ayudaban a reconocer los conceptos principales, y así dar continuidad a la conversación virtual.
No obstante, el chatbot tenía ciertas limitaciones como su imposibilidad de memorizar las charlas, así como de aprender de las comunicaciones que entablaba con los humanos, según el medio citado anteriormente.
Este proyecto adelantado a su época fue un fenómeno que ayudó a repensar muchos otros sistemas de inteligencia artificial actuales, como los ‘chatbots’, asistentes virtuales y vehículos autónomos.
¿Cómo influyó en la creación de la Inteligencia Artificial?
Según Gilles Paul Pieffet, biofísico e investigador de la Universidad Antonio Nariño, este sistema demostró el poder que tiene la combinación de patrones para hacer coincidir las palabras clave con la entrada del usuario.
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“La IA clásica condujo a avances en la búsqueda y la lógica computacional y disfrutó de éxitos tempranos como su capacidad para comprender y responder al lenguaje humano, un desafío importante que ayudó a impulsar los prototipos posteriores”, señala el especialista en su artículo ‘Inteligencia artificial: pasado, presente y futuro’.
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Sin duda, ElIZA fue un programa innovador que tuvo un gran impacto en el desarrollo de la Inteligencia Artificial, debido a su programación y estructura, pues hizo posible la creación de programas que pudieran interactuar con los humanos de manera significativa, además de abrir camino para el desarrollo de IA más sofisticados.